y sucedió que cuando llegamos a la posada, al lugar donde acamparon por la noche, abrimos nuestros costales, y he aquí, el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en todo su peso. Ellos resumen los dos descubrimientos en la apertura de los sacos, y evitan cualquier acusación declarando que su plata, en anillos o en piezas, había estado allí con todo su peso; y lo hemos vuelto a traer en nuestra mano.

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