Y envió a su padre de esta manera: diez asnos cargados con las cosas buenas de Egipto, regalos para indicar lo que Jacob podía esperar en la tierra cuyo rey lo había invitado, y diez asnas cargadas de maíz y pan y carne para su padre por cierto. El grano, el pan y los demás alimentos debían servir como provisiones para Jacob y su familia en su camino a Egipto.

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