y con todo ser viviente que está contigo, de las aves, del ganado y de todo animal de la tierra contigo, de todos los que salen del arca, hasta todo animal de la tierra. El Señor se dirige aquí tanto a Noé como a sus hijos, aunque estos últimos ocuparon una posición subordinada. Estableció, estableció, confirmó un pacto, al dar la promesa del pacto, de la realización de la felicidad futura.

No solo con Noé, sus hijos y sus descendientes estableció Dios esta liga, sino también con las bestias irracionales, especialmente las que habían encontrado refugio en el arca, con todos los seres animados sobre quienes les había dado dominio, ya fueran aves o mamíferos o cualquier otro ser de la tierra.

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