Hicisteis también una zanja entre los dos muros, los de la ciudad propiamente dicha y de la fortaleza, para el agua del estanque antiguo, también conocido como el estanque superior, al oeste de la ciudad, haciendo así provisiones cuidadosas para todas las emergencias, ya que pensamiento; pero no habéis mirado a su Hacedor, ni habéis mirado con agrado al que lo formó hace mucho tiempo; en sus cálculos y planes ignoraron por completo al Señor, aunque fue Él bajo cuyo mandato se hicieron originalmente las defensas y quien hizo fluir las fuentes; también era Él quien estaba preparando un severo castigo sobre Jerusalén.

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