Abriré ríos en los lugares altos, en rocas secas, como hizo en el desierto, y fuentes en medio de los valles, para que los resortes de las cabezas den en abundancia. Haré del desierto un estanque de agua y de la tierra seca manantiales de agua. En medio de la gran angustia espiritual de Israel, el Señor mismo enviaría refrigerio para sus almas en la Palabra de Su gracia.

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