¡Oh tú, afligido, lleno de miseria y dolor, sacudido por la tempestad, como la paja de la era, y sin consuelo, todavía desolado, he aquí, pondré tus piedras de bellos colores, edificando los muros de la ciudad y casas de tal manera que coloquen las piedras en mortero de colores para realzar el hermoso efecto, y coloquen tus cimientos con zafiros, como un pedestal para toda la ciudad.

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