Porque la nación y el reino que no te sirva perecerá, será completamente destruido; sí, esas naciones serán completamente devastadas por el juicio de castigo del Señor por su enemistad contra Él. De acuerdo con esta profecía, el Señor visitó Su Iglesia con la gloria de Su misericordia y provocó la conversión de muchos gentiles, todos los cuales se colocan con todos sus dones al servicio de la Iglesia.

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