Son vanidad, vapor, nada y obra de errores, de engaño y burla, que hacen que sus adoradores sean burlados y ridiculizados cuando la nada de los ídolos se hace evidente; en el tiempo de su visitación perecerán, es decir, cuando Dios castigue a los adoradores de ídolos, los ídolos mismos también perecerán.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad