pero, vive el SEÑOR que sacó a los hijos de Israel de la tierra del norte, de Babilonia y de todas las tierras adonde los había echado, de las tierras de su destierro; y los traeré de nuevo a la tierra que les di a sus padres, siendo esta promesa como un rayo de luz en medio de la oscuridad extrema. Este pensamiento se amplía aún más en el siguiente párrafo.

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