Y prepararé destructores contra ti, consagrados, por así decirlo, para cumplir su voluntad y traer destrucción sobre Jerusalén y el palacio del rey, cada uno con sus armas; y cortarán tus cedros escogidos y los arrojarán al fuego, manteniéndose hasta este punto la imagen de la destrucción de un bosque.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad