Así dice el Señor: Párate en el patio de la casa del Señor, el gran atrio exterior, donde el pueblo se reunía para adorar, y habla a todas las ciudades de Judá, a los creyentes que aún se encuentran en la nación y a los que fingieron. en servir al Señor, que vienen a adorar en la casa del Señor, todas las palabras que yo te mando que les hables; no disminuyas ni una palabra, la amenazante profecía se proclama en toda su crueldad implacable,

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