para escuchar las palabras de Mis siervos, los profetas, que les envié, tanto madrugando como enviándolos, mostrando así la seriedad de Su interés en ellos y su bienestar, pero no habéis escuchado, habiendo sido esta su actitud habitual a lo largo de los siglos,

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad