Palabra que vino a Jeremías de parte del Señor, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército, y todos los reinos de la tierra de su dominio, literalmente, "todos los reinos de la tierra del dominio de su mano", y todo el pueblo, el amontonamiento de estas expresiones denotando el poder abrumador de su ejército, contra el cual toda resistencia era inútil, peleó contra Jerusalén y contra todas sus ciudades, las ciudades de Judá, que se consideraban tributarias de la capital, diciendo:

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad