ni edificaréis casa, ni sembraréis, ni plantaréis viñas, ni tendréis, en el seguimiento de cualquier actividad agrícola u hortícola, por lo que podrían establecerse en un solo lugar; pero todos vuestros días moraréis en tiendas, llevando una vida más o menos nómada, como sus antepasados ​​antes que ellos, para que, en obediencia al mandato de sus antepasados, viváis muchos días en la tierra donde sois extranjeros; porque, aunque vivían en medio de Israel y Judá y habían aceptado al Dios verdadero, los recabitas mantuvieron su propia nacionalidad.

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