Y en el undécimo año de Sedequías, en el cuarto mes, el noveno día del mes, la ciudad fue destruida, los enemigos entraron en la ciudad derribando una parte del muro. El asedio duró así dieciocho meses, si exceptuamos la suspensión causada por la venida del Faraón-hophrah. Nabucodonosor estuvo presente al comienzo del asedio, pero estuvo en Riblah al final.

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