Entonces el profeta Jeremías les dijo: Os he oído, estaba dispuesto a hacer lo que le pedían; he aquí, oraré al Señor, tu Dios, según tus palabras, y sucederá que cualquier cosa que el Señor te responda, te la declararé; No te ocultaré nada. Sus palabras implicaban que, si la respuesta de Jehová fuera favorable o desfavorable a sus planes, en cualquier caso la proclamaría.

Parece claro desde el principio que los líderes de los refugiados ya habían decidido no quedarse en Judea, sino irse a algún país vecino. Actuaron como lo hacen muchas personas en nuestros días, que invocan al Señor para que las dirija, pero solo en la línea que ellos mismos han elegido.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad