Las naciones han oído de tu vergüenza, la humillación que vendría sobre ella por esta derrota, y tu clamor llenó la tierra, como los heridos dieron a conocer su miseria; porque valiente tropezó contra valiente en la confusión de la huida sin cabeza, y ambos cayeron a la vez. Es una descripción muy vívida de la derrota total que golpearía a los egipcios por el consejo de Dios, porque Su juicio invariablemente encuentra a Sus enemigos.

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