Y Hazor será morada de dragones, morada de chacales y desolación para siempre; no habrá hombre allí, ni hijo de hombre habitará en él. Esta profecía se cumplió cuando los caldeos, en su camino hacia el oeste y el sur, enviaron destacamentos de tropas para someter a estas tribus nómadas.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad