Ni lo dicen en su corazón, arrepintiéndose de sus malos caminos. Tememos ahora al Señor, nuestro Dios, que da la lluvia, tanto el primero, poco después de la siembra de la cosecha, de octubre a diciembre, como el segundo, que cae antes de la cosecha, en marzo y abril, en su época; Nos reserva las semanas señaladas de la cosecha, de donde se sigue que su bondad debe llevar a los hombres al arrepentimiento y al debido temor de él.

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