Porque desde el más pequeño de ellos hasta el más grande de ellos, todas las clases de personas, tanto los que no tienen influencia como los poderosos y poderosos, todos están entregados a la codicia, y el amor al dinero suprime toda buena intención, todo propósito loable; y desde el profeta hasta el sacerdote, los mismos líderes y maestros del pueblo, todos actúan falsamente, practicando falsedad y engaño.

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