Aparta de mí tu mano, guardando de Job los pesados ​​castigos bajo cuya carga se lamentaba; y no dejes que tu pavor me atemorice, es decir, el pavor producido por la revelación de su majestad; porque estos dos factores le quitarían el corazón.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad