y que salvaréis la vida a mi padre, a mi madre, a mis hermanos y a mis hermanas, y todo lo que tienen, toda su relación, y libraréis nuestras vidas de la muerte. La señal de la verdad que ella exigió fue el solemne juramento de que salvarían la vida de todos sus familiares.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad