Y sucedió que, cuando sus corazones estaban felices, en el transcurso del banquete y la juerga, dijeron: Llamen a Sansón para que nos haga bromas , sea ​​objeto de bromas obscenas y burlas cortantes. Y llamaron a Sansón para que saliera de la cárcel; y los hizo bromear, fue un buen blanco para todos los dichos mezquinos y burlones que ellos podían pensar mientras sus lenguas se aflojaban por el vino; y lo pusieron entre las columnas, las de la casa o templo en que se celebraba la fiesta.

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