Y la mano de los hijos de Israel prosperó, ganaron poder y prevalecieron contra Jabín, rey de Canaán, descansando cada vez más pesadamente sobre él, hasta que destruyeron a Jabín, rey de Canaán. El gobierno de este rey al menos definitivamente había llegado a su fin. Nota: La fe muestra su poder también en instrumentos débiles, porque es la fuerza de Dios y no de los hombres. La fe, que siempre mantiene la Palabra y la promesa de Dios ante los ojos, puede entrar en batalla en todo momento y obtener la victoria. Esa es la victoria que vence al mundo, incluso nuestra fe.

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