pero si no, que salga fuego de Abimelec, y consuma a los hombres de Siquem, ya la casa, a los habitantes de Millo; y salga fuego de los de Siquem y de la casa de Millo, y consuma a Abimelec. Así que tanto los árboles pecadores como su rey tiránico estaban destinados a ser consumidos.

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