Y Abimelec lo subió al monte Zalmón, llamado así desde sus alturas boscosas, él y todo el pueblo que con él estaba; y Abimelec tomó un hacha en su mano, cortó una rama de los árboles, la tomó y la puso sobre su hombro, todo esto siendo contado con los detalles anotados por un testigo presencial, y dicho a la gente que estaba con él, lo que me habéis visto hacer, apresúrate y haz como yo lo he hecho.

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