Pero el forastero que habita con vosotros será para vosotros como un nacido entre vosotros; será tratado con toda bondad, como si fuera un habitante de la tierra, y lo amarás como a ti mismo; porque ustedes eran extranjeros en la tierra de Egipto, y el recuerdo de la opresión sufrida allí iba a tener una sana influencia al enseñarles misericordia. Yo soy el Señor, su Dios.

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