Por tanto, guardaréis todos mis estatutos y todos mis juicios, los preceptos que brotan de la ley natural inscritos en el corazón de todos los hombres, así como los dados a los judíos en particular, y los cumpliréis. Yo soy el Señor, el Amor es todavía el cumplimiento de la Ley, la ventaja que tienen los cristianos consiste principalmente en que su aplicación en los casos individuales se deja al juicio del creyente, como acicate de su ingenio.

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