Y no andaréis en las costumbres de la nación que yo arrojé delante de vosotros, la nación de los cananeos con todas sus ramas; porque cometieron todas estas cosas, y por eso las aborrecí. Esto implica que los pecados enumerados en la lista anterior fueron ofensas contra la ley natural, contra el resumen de la voluntad de Dios tal como fue implantada en los corazones de los hombres al principio. Eran pecados y vicios antinaturales.

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