Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de él, incluso los que sean demasiado jóvenes o demasiado viejos para ocuparse activamente en las funciones sacerdotales. Será estatuto perpetuo en vuestras generaciones acerca de las ofrendas encendidas para Jehová; Todo el que los toque será santo. Solo a los que fueron apartados para el servicio del Señor se les permitió participar de ellos, y cualquier laico que los tocara de ahora en adelante tenía el deber de guardarse de toda inmundicia, al igual que los sacerdotes mismos. Todos los cristianos son sacerdotes del Dios santísimo y, por lo tanto, se guardarán contra la contaminación de todo tipo.

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