Y arrancaré tus arboledas, las dedicadas a propósitos idólatras, de en medio de ti; así destruiré tus ciudades, es decir, como fortalezas y centros de actividad bélica. Todo esto describe el poder que el Mesías ejerce sobre los corazones de los creyentes al apartar sus corazones de la vanidad de este mundo y convertirlos en la única cosa necesaria. Cfr Isaías 9:4 .

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