Estos fueron en los días de Joacim, hijo de Josué, hijo de Josadac, es decir, cuando Joacim era sumo sacerdote, y en los días de Nehemías, gobernador, y de Esdras, el sacerdote, escriba. Para ocupar el cargo de sacerdote o levita era necesario que un hombre pudiera demostrar su descendencia de Leví. En la actualidad, el llamado de la congregación es necesario para que un hombre pueda oficiar como predicador o maestro.

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