Recordamos el pescado que sí comimos en Egipto gratuitamente, para nada, como afirman con insatisfecha exageración; los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos, la forma de la enumeración que muestra con qué anhelo pensaban en estas delicias del estómago;

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad