Porque los amalecitas y los cananeos están allí delante de vosotros, probablemente habiendo movilizado sus ejércitos para resistir la amenaza de invasión, y caeréis a espada; porque os habéis apartado del Señor, por tanto, el Señor no estará con vosotros. Dos días antes, incrédulos, se habían negado a tomar las armas contra los habitantes de Canaán, y ahora nuevamente, incrédulos, porque se negaron a aceptar la palabra de Moisés acerca de la seriedad del juicio de Dios, tienen la intención de emprender la conquista; al viejo pecado de la desesperación incrédula vino el nuevo pecado de la presuntuosa confianza en uno mismo.

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