Y mantendrán tu cargo, observarán y harán las cosas que el sacerdote les ordenó hacer, y el cargo de todo el Tabernáculo, en lo que respecta al transporte del Tabernáculo y sus nombramientos y el desempeño de los demás oficios relacionados con él; solamente que no se acercarán a los vasos del santuario, los que están dentro del tabernáculo y al altar, del incienso, para que ni ellos, ni vosotros también muráis; pues cada persona que se acercaba a ellos sin el comando y la autoridad adecuados corría el riesgo de muerte inmediata, como la gente había visto repetidamente.

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