Y el que recoja las cenizas de la novilla lavará su ropa y quedará impuro hasta la tarde, porque también se contaminó Levíticamente por la realización de esta tarea; y será para los hijos de Israel y para el extranjero que mora entre ellos por estatuto perpetuo; los ritos especiales relacionados con el agua de purificación preparada con las cenizas debían observarse mientras perduraran el sacerdocio levítico y sus ordenanzas. El Señor en todo momento quiere personas puras y santas como sus siervos.

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