y las columnas del atrio alrededor, y sus basas, las bases de bronce que sostenían las columnas en posición vertical, sus estacas y sus cuerdas, los tirantes que las sujetaban. El suyo fue el último trabajo cuando se levantó el campamento y el primero cuando se llegó a una nueva estación. Así, el trabajo se dividió de una manera que prácticamente excluía toda fricción y se obtenía la mayor eficiencia. A este respecto, los cristianos del Nuevo Testamento podemos aprender una lección de los hijos de Israel.

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