Y los levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los bueyes, en el gesto habitual transmitiendo su propia culpa a los animales de sacrificio; y ofrecerás el uno como ofrenda por el pecado y el otro como holocausto al Señor, para hacer expiación por los levitas, y así llevarlos a la debida relación de comunión más íntima con Jehová.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad