Sus ramas se extenderán, mientras se nutre y se desarrolla con vida vigorosa, y su hermosura será como el olivo, con sus hojas perennes y su fruto rico y reluciente, y su olor como el Líbano, con sus cedros y arbustos aromáticos. De modo que los atributos de firmeza, fecundidad, belleza y gloria, amabilidad y hermosura se atribuyen al pueblo arrepentido recibido una vez más en la gracia de Dios.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad