v. 1. Mejor es un bocado seco, sin siquiera el vino habitual o el vinagre diluido, y la tranquilidad con ellos, la armonía entre todos los que están a la mesa, que una casa llena de sacrificios, una gran cantidad de carne y otros alimentos suntuosos servidos en comidas de sacrificio, con contiendas, el odio estallando en riñas, siendo este el peligro cuando los ricos se desbordan en sus banquetes.

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