Líbrame en tu justicia, por la cual Jehová cumple la misericordiosa promesa hecha a los que creen en él, y hazme escapar, concediéndole libertad de todo mal; inclina tu oído hacia mí, con atención atenta y misericordiosa, y sálvame, como su Salvador, de todos los peligros temporales y espirituales.

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