Ezequiel 39:1-29

1 “Tú, pues, oh hijo de hombre, profetiza contra Gog y di que así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal.

2 Te haré dar vuelta y te conduciré. Te haré subir desde los confines del norte y te traeré a los montes de Israel.

3 Romperé tu arco en tu mano izquierda y haré que caigan las flechas de tu mano derecha.

4 Sobre los montes de Israel caerás tú con todas tus tropas y los pueblos que están contigo. Te he dado por comida a las aves de rapiña, a las aves de toda especie y a los animales del campo.

5 Sobre la superficie del campo caerás, porque yo he hablado, dice el SEÑOR Dios’.

6 “Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que habitan con seguridad en las costas. Y sabrán que yo soy el SEÑOR.

7 Daré a conocer mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más permitiré que mi santo nombre sea profanado. Y sabrán las naciones que yo soy el SEÑOR, el Santo de Israel.

8 “¡He aquí que viene y se cumplirá!, dice el SEÑOR Dios. Este es el día del cual he hablado.

9 Entonces saldrán los habitantes de las ciudades de Israel, y encenderán fuego y harán arder las armas: los escudos y las defensas, los arcos y las flechas, las jabalinas y las lanzas. Y con ellas harán fuego durante siete años;

10 no recogerán leña del campo ni la cortarán de los bosques, sino que prenderán el fuego con las armas. Así despojarán a los que los despojaron, y saquearán a los que los saquearon, dice el SEÑOR Dios.

11 “Sucederá en aquel día que yo daré a Gog un lugar para sepultura allí en Israel, en el valle de los viajeros, al oriente del mar, y obstruirán el paso de los viajeros. Allí sepultarán a Gog y a su multitud, y lo llamarán valle de Hamón-gog.

12 Y la casa de Israel los estará enterrando durante siete meses, para purificar la tierra.

13 Todo el pueblo de la tierra los enterrará; para ellos será célebre el día en que yo me glorifique, dice el SEÑOR Dios.

14 Apartarán gente para atravesar constantemente la tierra y sepultar a los que pasaron y que han quedado sobre la faz de la tierra, a fin de purificarla. Al cabo de siete meses harán el reconocimiento.

15 Pasarán los que vayan por la tierra, y el que vea el hueso de algún hombre levantará junto a él una señal hasta que los sepultureros los sepulten en el valle de Hamón-gog.

16 El nombre de la ciudad también será Hamonah. Así purificarán la tierra.

17 “Y tú, oh hijo de hombre, así ha dicho el SEÑOR Dios, di a las aves de rapiña, a las aves de toda especie y a los animales del campo: ‘¡Júntense y vengan! Reúnanse de todas partes al sacrificio que hago para ustedes: un gran sacrificio sobre los montes de Israel. Comerán carne y beberán sangre.

18 Comerán la carne de los poderosos y beberán la sangre de los gobernantes de la tierra, de carneros, de corderos, de machos cabríos y de toros, todos ellos engordados en Basán.

19 Comerán sebo hasta hartarse, y beberán la sangre del sacrificio que he hecho para ustedes, hasta embriagarse.

20 En mi mesa se saciarán de caballos y de jinetes, de valientes y de todos los hombres de guerra’, dice el SEÑOR Dios.

21 “Entonces pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho y mi poderío que habré impuesto sobre ellas.

22 De aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy el SEÑOR su Dios.

23 Las naciones sabrán también que la casa de Israel fue llevada cautiva por causa de su pecado. Porque se rebelaron contra mí, yo escondí de ellos mi rostro y los entregué en mano de sus enemigos; y todos ellos cayeron a espada.

24 Hice con ellos de acuerdo con su impureza y sus transgresiones, y escondí de ellos mi rostro”.

25 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios: “Ahora restauraré de la cautividad a Jacob. Tendré misericordia de toda la casa de Israel, y mostraré mi celo por mi santo nombre.

26 Olvidarán su afrenta y toda la infidelidad con que fueron infieles contra mí, cuando habiten en su tierra en seguridad y no haya quien los espante;

27 cuando yo los haya hecho volver de los pueblos, los haya reunido de las tierras de sus enemigos, y haya mostrado mi santidad en ellos a vista de muchas naciones.

28 Y sabrán que soy el SEÑOR su Dios, cuando yo los lleve cautivos entre las naciones y cuando los reúna sobre su tierra sin dejar allá a ninguno de ellos.

29 No esconderé más de ellos mi rostro, porque habré derramado mi Espíritu sobre la casa de Israel”, dice el SEÑOR Dios.

Habiendo descrito así el orden de los acontecimientos en el futuro lejano, el profeta procedió a pronunciar con mayor detalle su profecía del antagonismo de Dios hacia aquellos que así se reunirían contra su pueblo ungido. Primero dejó perfectamente claro que la destrucción de Cog sería por el acto directo de Jehová, y que para que Su santo nombre no fuera profanado más, las naciones sabrían que Él era el Santo en Israel.

Esta destrucción, además, sería completa. El lugar de enterramiento de la última confederación contra Jehová e Israel sería el propio Israel. El juicio se caracterizaría por el temor y el terror, ya que Dios establecería Su gobierno y expondría Su gloria mediante Su último método de juicio, entre los pueblos que no habían sido persuadidos de ninguna otra manera.

La última palabra en los mensajes que tratan de la nación es una repetición de la promesa de que Jehová volvería a traer el cautiverio de Jacob, y tendría misericordia de toda la casa de Israel, y estaría celoso de Su santo nombre. En ese día de la restauración, morando con seguridad en su tierra, todavía soportarían su vergüenza, es decir, el arrepentimiento por los fracasos pasados ​​sería profundo, incluso en el día de la restauración.

Con esa actitud mental, Jehová sería santificado entre ellos a la vista de las naciones, pero tendrían la curación infinita de Su rostro descubierto y la energía permanente de Su Espíritu derramado.

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