Aquí vemos a los sacerdotes comenzando realmente su trabajo sagrado. Después de la reunión del pueblo, permanecieron en solemne silencio ante la presencia de Jehová. El primer acto de Aarón fue traer la ofrenda por el pecado y el holocausto para él. Él no podía ser el instrumento de mediación entre el pueblo y Dios para la adoración a menos que fuera puesto en una relación correcta con Dios.

Ahora se registran los primeros actos de los sacerdotes a favor del pueblo. Se presentaron las ofrendas traídas: primero la ofrenda por el pecado, luego el holocausto, luego la ofrenda de harina y, finalmente, la ofrenda de paz. El mismo orden de procedimiento es una revelación de los principios fundamentales de la vida de culto.

Su trabajo completado en el atrio exterior Aarón, acompañado por Moisés, pasó dentro de la Tienda. No se describe lo que sucedió allí. Saliendo de nuevo, Moisés como representante de Dios y Aarón como sacerdote mediador, bendijeron al pueblo e inmediatamente la gloria del Señor se manifestó a los ojos de la congregación. Esto fue seguido por la postración y adoración de la multitud reunida.

Observe atentamente este orden. El pecado quitado, la vida y el trabajo dedicados, la comunión hecha posible; luego la bendición sacerdotal, que habla de aceptación, seguida de una segunda bendición, que declara la satisfacción divina ya que va acompañada de la manifestación de la gloria, y así finalmente el culto pleno del pueblo.

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