Salmo 129:1-8

1 Canto de ascenso gradual. “Mucho me han angustiado desde mi juventud”; dígalo, por favor, Israel,

2 “mucho me han angustiado desde mi juventud pero no han prevalecido contra mí.

3 Los aradores araron sobre mis espaldas; hicieron largos sus surcos.

4 Pero el SEÑOR es justo; cortó las cuerdas de los impíos”.

5 Sean avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion.

6 Sean como la hierba sobre los techos, que se seca antes que crezca.

7 De ella no llena su mano el segador, ni su regazo el que hace gavillas.

8 Tampoco dicen los que pasan: “La bendición del SEÑOR sea sobre ustedes; los bendecimos en el nombre del SEÑOR”.

Esta canción es la de alguien que ascendiendo hacia el lugar tan deseado de descanso y adoración, mira hacia atrás y ve cómo en el pasado Jehová ha librado de graves peligros. La mirada hacia atrás parecería estar inspirada por la conciencia del peligro presente, porque inmediatamente el cántico expresa el deseo de que Jehová juzgue a los que se describen como odiadores de Sión.

En el camino a la ciudad y al templo, aquellos que odian a los peregrinos de la fe traman y planean su derrocamiento, y es en la conciencia de esto que el canto celebra las liberaciones pasadas y busca una continuación de ellas. Si bien es evidente que hay una sensación de peligro en la mente del cantante, hay una total ausencia de desesperación. Es la verdadera actitud de quienes tienen una rica experiencia de la fidelidad de Dios. En tiempos de peligro, es bueno que el peregrino fortalezca el corazón mirando hacia atrás y recordando las liberaciones pasadas. Tal ejercicio creará invariablemente una confianza presente.

“Su amor en el pasado me prohíbe pensar que Él finalmente me dejará en problemas para hundirme; Cada dulce Ebenezer que tengo en revisión confirma Su buen gusto por ayudarme a superarlo ".

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