Y al cumplirse los días que el rey había señalado para traerlos ante él, el príncipe de los oficiales los llevó delante de Nabucodonosor. Y el rey discutió con ellos y entre todos ellos no se encontró ninguno como Daniel, Hananías, Misahel y Azarías. Y en todo asunto de sabiduría y entendimiento sobre el cual el rey los interrogó, los encontró diez veces mejores que todos los magos y encantadores que había en todo su reino. '

La prueba final llegó cuando todos fueron llevados ante el rey. No le preocupaba tanto cómo se veían sino lo que habían aprendido. Y mientras escuchaba a los cuatro, quedó impresionado por su conocimiento y sabiduría. Es evidente que «diez veces mejor» no debe tomarse demasiado literalmente. Es una exageración típica.

Probablemente el punto sea doble. En primer lugar, su notable sabiduría y entendimiento brillaban, de modo que mientras Nabucodonosor los escuchaba, su amplitud de conocimiento, su discernimiento y su capacidad para captar lo más importante e interpretarlo, lo impresionaron. Al escuchar sus respuestas, sintió que nunca había conocido a nadie parecido, ni siquiera entre sus propios magos y encantadores, esos hombres con su aparente conocimiento de las artes misteriosas.

Y en segundo lugar, que de hecho su opinión de sus propios encantadores y magos no era muy alta. Los veía con escepticismo como hombres con visión y comprensión limitadas. Aquí está la sugerencia muy clara de que no lo impresionaron, como se verá en el próximo capítulo.

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