“Y la espada se da para que sea pulida, para que pueda ser manejada,

"Está afilado, sí, está pulido, para entregarlo en la mano del asesino".

El canto de guerra exultante continúa. El propósito de afilarlo y pulirlo es para que pueda ser manipulado, usado en la mano del asesino. La guerra final de Dios contra su antiguo pueblo en Jerusalén y Judá está comenzando.

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