“Entonces sabrán que yo soy Jehová, cuando haya hecho de la tierra en desolación y espanto, por todas las abominaciones que han cometido”.

Las personas que permanecieron continuaron en las abominaciones descritas anteriormente. Entonces, en lugar de regresar a Yahvé y escuchar a Jeremías, continuaron los asesinatos y la guerra entre los que quedaban y los que se unieron a ellos. Hubo una corta guerra civil y luego los que quedaron se fueron a Egipto llevándose a Jeremías con ellos (Jeremías 41-43). Así aprendieron Quién y Qué era Yahweh, el Señor Supremo moral, Aquel que no los bendeciría ni los protegería mientras pecaban contra Él y Su pacto.

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