“Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, a los cursos de agua y a los valles: Así dice el Señor Jehová: He aquí yo he hablado en mis celos y en mi furor, porque tú has llevado el vergüenza de las naciones (los que están fuera del pacto), por tanto, así dice el Señor Jehová: He levantado mi mano, diciendo: Ciertamente las naciones que te rodean llevarán su vergüenza, pero tú, montes de Israel dispararás tus ramas y darás tu fruto a mi pueblo Israel, porque están cerca para venir ”.

Toda la sección desde Ezequiel 36:3 hasta este punto es una larga expresión de pasión e interés. Estaba poniendo de manifiesto la profunda preocupación de Dios por su pueblo y cómo lo habían tratado aquellos que no eran la vara de su ira. Podía castigarlos por su bien, pero ¡ay de cualquier otro que buscara castigarlos por las razones equivocadas! Ahora llegamos al punto crítico. Esas naciones soportarán su vergüenza como han avergonzado a Israel, mientras que Israel finalmente será restaurado.

'He aquí, he hablado en mis celos y en mi furor.' Esa es su profunda pasión y preocupación por su pueblo y su ira por la pecaminosidad de los hombres que se oponen a ellos.

'Porque has soportado la vergüenza de las naciones (los que están fuera del pacto)'. La palabra para 'naciones' incluye la idea de estar fuera del pacto. 'Las naciones' eran aquellas que estaban en contraste con el pueblo elegido, el pueblo del pacto de Dios. Y ahora las naciones locales habían avergonzado a Israel al tratarla, al burlarse de ella, al degradar a su Dios y al poseer su tierra.

"Ciertamente las naciones que te rodean, ellas llevarán su vergüenza". Lo que le han hecho a Israel rebotará en ellos. Ellos también serán objeto de burla, sus dioses serán revelados como nada y su tierra les será quitada.

"Pero ustedes, montañas de Israel, echarán sus ramas y darán su fruto a mi pueblo Israel, porque están cerca para venir". En contraste, la tierra de Israel, de hecho la tierra de Yahweh, prosperará y será fructífera a favor de su propio pueblo Israel. Porque aunque todavía estén ausentes, volverán, "están cerca para venir". Están cerca esperando la llamada, una vez que han recibido sus merecimientos por sus pecados pasados.

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