“Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que hice, y mi mano que sobre ellos puse. Entonces la casa de Israel sabrá que yo soy Jehová su Dios desde ese día en adelante. Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su iniquidad, porque se rebelaron contra mí, y yo escondí mi rostro de ellos. Entonces los entregué en manos de sus adversarios, y todos ellos cayeron a espada. Hice con ellos conforme a su inmundicia y conforme a sus ofensas, y de ellos escondí mi rostro ”.

Aquí se hacen tres puntos principales. En primer lugar, que el juicio sobre Gog traerá gloria a Dios a los ojos de las naciones que han sido juzgadas, en segundo lugar, que hará que Israel reconozca que Él es Yahweh su Dios, y en tercer lugar, que las naciones reconocerán por qué Israel realmente fue. en cautiverio, que fue por su pecaminosidad e infidelidad al pacto, y no porque Él no pudiera protegerlos. Así Dios será vindicado.

'Pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que hice, y mi mano que sobre ellos puse.' La gloria de Dios habrá sido puesta entre las naciones por sus juicios, que las naciones se verán obligadas a reconocer. Por lo tanto, tendrán que reconocer Su supremacía y doblar la rodilla ante Él.

"Entonces la casa de Israel sabrá que yo soy Yahvé su Dios desde ese día en adelante". El verdadero pueblo de Dios les habrá demostrado que Él es verdaderamente su Dios, quien los cuida y cuida para siempre.

"Y sabrán las naciones que la casa de Israel fue llevada cautiva por su iniquidad, porque se rebelaron contra mí, y yo escondí mi rostro de ellos". La vindicación y protección de Dios a su pueblo evidenciará a las naciones el hecho de que el cautiverio no se debió a que no hubiera podido proteger a su pueblo, sino a que tuvo que lidiar con su pecaminosidad y rebelión mediante el juicio. Reconocerían que por eso les había ocultado el rostro, y no porque no pudiera ayudarlos.

Entonces los entregué en manos de sus adversarios, y todos ellos cayeron a espada. Hice con ellos conforme a su inmundicia y conforme a sus ofensas, y de ellos escondí mi rostro. Ahora se detalla la razón del comportamiento de Dios hacia Israel, y la razón por la que escondió Su rostro de ellos. Lo que les había sucedido en la destrucción de Jerusalén y de su país se debió a su comportamiento. Se habían contaminado por su idolatría y actitud casual hacia Dios y las cosas santas, y habían transgredido las leyes y el pacto de Dios.

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