Capítulo 46. Prescripciones relativas al templo terrenal. Una vista final del templo celestial.

En estos capítulos finales de Ezequiel desde el 40 en adelante, hemos tenido dos temas paralelos, uno era el templo celestial 'en la cima de la montaña' en el que Ezequiel fue guiado de un aspecto a otro por un visitante celestial mientras medía cada aspecto de el templo, y el otro era el santuario terrenal con respecto al cual todo lo que debía hacerse era explicado por el mandato específico de Yahvé. Tenía que ser así, porque aún no se había construido.

Sobre esta base estamos aquí en estos primeros versículos que tratan del santuario terrenal aún por construir. Sin embargo, en Ezequiel 46:19 nos movemos hacia el santuario celestial, donde una vez más Ezequiel es guiado por su visitante celestial preparándose para la gran visión del río desbordado. Los dos santuarios están estrechamente relacionados, porque uno es la representación visible y tangible, pero débil, del otro, pero es hacia el otro al que se dirigen las esperanzas.

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